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El espejo...
por Magda Cecilia Caballero

Era otro día mas en la carretera, huí desesperadamente de casa, mi madre había muerto y mi
padrastro me maltrataba a su ausencia. Había llenado el tanque de gasolina del coche y iba
sin rumbo, no sabía a donde iría, en donde dormiría, tenía demasiado sueño y el dinero
se me estaba acabando; Hasta que a lo lejos encontré una casa abandonada que me serviría
para pasar la noche.

Era grande y a su entrada había hermosos jardines y una fuente a la mitad del jardín, daba
un aspecto colonial. Me extrañó la idea de que esa casa estuviera sola ya que era
impresionantemente hermosa. Pero, al ver la puerta abierta de par en par, y las ventanas
cerradas sin cortinas me animé a entrar.

Estacioné el coche justo enfrente de la puerta principal y me atreví a entrar temerosamente.
Toqué la puerta y al no oir respuesta me permití entrar con mas seguridad. Lo primero
que pensé al ver los muebles que ostentaba la casa era de que como nadie los había robado
si era una casa abandonada y de seguro esos muebles en la actualidad constaban una fortuna
por su antigüedad.

Recorrí la casa con cautela mientras me percataba cada vez mas que efectivamente no había
nadie que la habitara desde hacía ya mucho tiempo; y al ver las fotografías (sobre todo
numerosas) blanco y negro denotaba que ya hacia mucho tiempo que en la casa no poseía
vida humana.

Al entrar a la recámara principal (oscura si he de mencionar) hallé una cómoda cama a la
cual me tiré enseguida por el cansancio y no temí en toda la noche por mi seguridad.

Si, se que esto que les describo parece demasiado común, había uido de casa y ahora me
encontraba en una casa abandonada, pero lo que estoy por describirles se que no es fácil
de creer y mas si no menciono mi nombre y no tengo pruebas palpables para demostrarlo,
pero esto que les describiré cambió para siempre mi vida.

Pues, entonces me desperté cuando la luz del día iluminaba toda la casa (ya había
mencionado que las ventanas no tenían cortinas) y he de decirles que ví la habitación
totalmente distinta que en la noche a falta de luz, les diré que prácticamente me hallaba
en otra casa, que si no fuera porque estoy segura que dormí en aquella casa no dudaría
que estaba en otra, pero me convencí que todo eso era por la oscuridad en la que había
pasado la noche.

Entonces observé de nuevo, pero con otros ojos, la habitación en la cual había dormido,
la base de la cama estaba hermosamente tallada al estilo gótico, había un ropero lleno
de vestidos de época de distintos colores, y lo que mas me llamó la atención fue el
peinador con el enorme espejo que estaba enfrente de la cama, me acerqué al espejo para
mirarme atravez de el, mi rostro lucía como en todas las mañanas, y me puse a observar
la habitación mediante al espejo... Al ver una fotografía que había encima del respaldo
de la cama el miedo se apoderó de mi, en la fotografía estaba yo, no era nadie mas que
yo, no era nadie parecido a mi, era yo!!.. con una mirada ausente y un vestido de época,
y además de eso era una fotografía a blanco y negro, como las demás que había visto en
la noche!!!... Voltee mi mirada a la fotografía pues quería verla con mis propios ojos
y esta estaba en blanco, sin ninguna imagen ni color. De nuevo miré al espejo y busqué
la fotografía, y en esta estaba la imagen mía; voltee a mirarla con mis propios ojos
y estaba en blanco.

Empecé a sudar en frió y a llorar de miedo y al voltear de nuevo al espejo, no solo
volví a ver mi imagen en la foto, si no que ahora me vi sorprendida al llevar el
vestido de la fotografía, era un vestido largo, negro y de encajes, y mi cabello se
veía arreglado como en la fotografía, suelto y con caideles.

No podía ser cierto, Dios mio, tendría que ser un sueño, era demasiado irreal pero
me di cuenta que realmente esto que describo me estaba pasando. Nunca había visto
en mi vida ese vestido que ahora llevaba puesto, no podía con todo eso, no podía
seguir víendome reflejada en el espejo, por lo que tomé el espejo y lo tiré al suelo,
donde se rompió en grandes pedazos y donde me seguía reflejando.

Tomé los grandes pedazos con las manos y los quebraba en pequeños desesperadamente,
me corte las manos y sangre a montones, ahora los cristales estaban teñidos de mi
sangre.

Salí de la habitación llorando desesperadamente no pudiendo creer lo que me ocurría,
y mi miedo y frustración aumentó aun mas al ver la casa repleta de fotografías en las
que yo aparecía con gente desconocida para mi, y sobre todo, de época antigua.

Corría desesperadamente, lloraba inconsolablemente, tiré al suelo toda fotografía que
ayaba en mi camino y me dirigí al exterior para uir... pero al salir el jardín era
totalmente distinto, ya no había fuente al centro y mi carro no estaba a la entrada, me
tiré al suelo y ya no pude mas...

Horas mas tarde un señor o podría decir joven llegó en una carroza vestido de traje con
un ramo de rosas rojas llamándome por un nombre que no era el mio y diciendo ser mi
prometido.

Al escuchar lo que le conté había pasado, vi su rostro impresionado y llamarme loca.
Pasé dos años en el manicomio siendo visitada diariamente por el, Demetrio, que me
amaba sin realmente yo saber porque.

Terminé convenciéndome que tenía que renunciar sobre este recuerdo que les acabo de
describir (si algún día alguien lo lee) y decidí seguirles el "juego" a Demetrio, a
quienes decían conocerme (llamándome por el otro nombre) y a la sociedad de este
tiempo, un tiempo al cual no pertenezco.

Al salir del manicomio me casé con Demetrio y ahora estoy esperando a nuestro primer
hijo, y este texto, lo guardaré en algún lugar para que luego, al pasar el tiempo, en
la actualidad a la cual yo pertenecía, alguien lo encuentre y sepa mi historia y lo que
fue de mi, para que mencionar mi nombre, ahora soy otra persona de lo que fui en su
presente, ahora mi presente esta en el pasado, la verdad nunca comprenderé como fue
que terminé aquí alado de Demetrio y con esta vida, pero la verdad soy mucho mas feliz
aquí de lo que fui ayá.

8 de septiembre de 1902

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El espejo...
por Magda Cecilia Caballero

Era otro día mas en la carretera, huí desesperadamente de casa, mi madre había muerto y mi
padrastro me maltrataba a su ausencia. Había llenado el tanque de gasolina del coche y iba
sin rumbo, no sabía a donde iría, en donde dormiría, tenía demasiado sueño y el dinero
se me estaba acabando; Hasta que a lo lejos encontré una casa abandonada que me serviría
para pasar la noche.

Era grande y a su entrada había hermosos jardines y una fuente a la mitad del jardín, daba
un aspecto colonial. Me extrañó la idea de que esa casa estuviera sola ya que era
impresionantemente hermosa. Pero, al ver la puerta abierta de par en par, y las ventanas
cerradas sin cortinas me animé a entrar.

Estacioné el coche justo enfrente de la puerta principal y me atreví a entrar temerosamente.
Toqué la puerta y al no oir respuesta me permití entrar con mas seguridad. Lo primero
que pensé al ver los muebles que ostentaba la casa era de que como nadie los había robado
si era una casa abandonada y de seguro esos muebles en la actualidad constaban una fortuna
por su antigüedad.

Recorrí la casa con cautela mientras me percataba cada vez mas que efectivamente no había
nadie que la habitara desde hacía ya mucho tiempo; y al ver las fotografías (sobre todo
numerosas) blanco y negro denotaba que ya hacia mucho tiempo que en la casa no poseía
vida humana.

Al entrar a la recámara principal (oscura si he de mencionar) hallé una cómoda cama a la
cual me tiré enseguida por el cansancio y no temí en toda la noche por mi seguridad.

Si, se que esto que les describo parece demasiado común, había uido de casa y ahora me
encontraba en una casa abandonada, pero lo que estoy por describirles se que no es fácil
de creer y mas si no menciono mi nombre y no tengo pruebas palpables para demostrarlo,
pero esto que les describiré cambió para siempre mi vida.

Pues, entonces me desperté cuando la luz del día iluminaba toda la casa (ya había
mencionado que las ventanas no tenían cortinas) y he de decirles que ví la habitación
totalmente distinta que en la noche a falta de luz, les diré que prácticamente me hallaba
en otra casa, que si no fuera porque estoy segura que dormí en aquella casa no dudaría
que estaba en otra, pero me convencí que todo eso era por la oscuridad en la que había
pasado la noche.

Entonces observé de nuevo, pero con otros ojos, la habitación en la cual había dormido,
la base de la cama estaba hermosamente tallada al estilo gótico, había un ropero lleno
de vestidos de época de distintos colores, y lo que mas me llamó la atención fue el
peinador con el enorme espejo que estaba enfrente de la cama, me acerqué al espejo para
mirarme atravez de el, mi rostro lucía como en todas las mañanas, y me puse a observar
la habitación mediante al espejo... Al ver una fotografía que había encima del respaldo
de la cama el miedo se apoderó de mi, en la fotografía estaba yo, no era nadie mas que
yo, no era nadie parecido a mi, era yo!!.. con una mirada ausente y un vestido de época,
y además de eso era una fotografía a blanco y negro, como las demás que había visto en
la noche!!!... Voltee mi mirada a la fotografía pues quería verla con mis propios ojos
y esta estaba en blanco, sin ninguna imagen ni color. De nuevo miré al espejo y busqué
la fotografía, y en esta estaba la imagen mía; voltee a mirarla con mis propios ojos
y estaba en blanco.

Empecé a sudar en frió y a llorar de miedo y al voltear de nuevo al espejo, no solo
volví a ver mi imagen en la foto, si no que ahora me vi sorprendida al llevar el
vestido de la fotografía, era un vestido largo, negro y de encajes, y mi cabello se
veía arreglado como en la fotografía, suelto y con caideles.

No podía ser cierto, Dios mio, tendría que ser un sueño, era demasiado irreal pero
me di cuenta que realmente esto que describo me estaba pasando. Nunca había visto
en mi vida ese vestido que ahora llevaba puesto, no podía con todo eso, no podía
seguir víendome reflejada en el espejo, por lo que tomé el espejo y lo tiré al suelo,
donde se rompió en grandes pedazos y donde me seguía reflejando.

Tomé los grandes pedazos con las manos y los quebraba en pequeños desesperadamente,
me corte las manos y sangre a montones, ahora los cristales estaban teñidos de mi
sangre.

Salí de la habitación llorando desesperadamente no pudiendo creer lo que me ocurría,
y mi miedo y frustración aumentó aun mas al ver la casa repleta de fotografías en las
que yo aparecía con gente desconocida para mi, y sobre todo, de época antigua.

Corría desesperadamente, lloraba inconsolablemente, tiré al suelo toda fotografía que
ayaba en mi camino y me dirigí al exterior para uir... pero al salir el jardín era
totalmente distinto, ya no había fuente al centro y mi carro no estaba a la entrada, me
tiré al suelo y ya no pude mas...

Horas mas tarde un señor o podría decir joven llegó en una carroza vestido de traje con
un ramo de rosas rojas llamándome por un nombre que no era el mio y diciendo ser mi
prometido.

Al escuchar lo que le conté había pasado, vi su rostro impresionado y llamarme loca.
Pasé dos años en el manicomio siendo visitada diariamente por el, Demetrio, que me
amaba sin realmente yo saber porque.

Terminé convenciéndome que tenía que renunciar sobre este recuerdo que les acabo de
describir (si algún día alguien lo lee) y decidí seguirles el "juego" a Demetrio, a
quienes decían conocerme (llamándome por el otro nombre) y a la sociedad de este
tiempo, un tiempo al cual no pertenezco.

Al salir del manicomio me casé con Demetrio y ahora estoy esperando a nuestro primer
hijo, y este texto, lo guardaré en algún lugar para que luego, al pasar el tiempo, en
la actualidad a la cual yo pertenecía, alguien lo encuentre y sepa mi historia y lo que
fue de mi, para que mencionar mi nombre, ahora soy otra persona de lo que fui en su
presente, ahora mi presente esta en el pasado, la verdad nunca comprenderé como fue
que terminé aquí alado de Demetrio y con esta vida, pero la verdad soy mucho mas feliz
aquí de lo que fui ayá.

8 de septiembre de 1902