HOME | DD
Published: 2017-03-06 00:15:30 +0000 UTC; Views: 119; Favourites: 0; Downloads: 0
Redirect to original
Description
Lamentos de un perro¿Qué más puede pasar esta noche? O, ¿debería llamarlo "día"? De todas formas, aún no es ni media noche. Estoy hablando para mí, mirando por la ventana, tan sólo contemplando la calle oscurecida y apenas alumbrada por la débil luz del único farol de toda la calle. La ventana por la que miro esta muy sucia, varias manchas hacen que sea incómodo esforzarse por distinguir lo que hay del otro lado del cristal. Me siento como si fuera un peligroso acosador, pues mi casa completa está a oscuras, la puerta principal la cerré con llave al igual que la puerta trasera y todas las ventanas están tapadas por las cortinas excepto la ventana por la que estoy mirando. Siento un pequeño escalofrío recorriendo mi espalda pero sé que lo único a lo que le debo de temer ahora es a mi propia mente.
Hoy el día empezó como cualquier otro. Levantarse temprano, preparar un desayuno bajo en calorías, hacer el aseo, una ducha de 10 minutos y.... nada más. Derroche un poco de gel, desodorante y una playera limpia y no hice más que dirigirme al sofá y encender la televisión. Estoy desempleado, desde hace poco más de un año. Me he logrado mantener gracias a pequeños trabajos en negocios de algunas de mis amistades pero por ahora, no necesitan ayuda. No tenía razón alguna para salir, no tenía a alguien que me esperara en el centro esta tarde, o que me esperase mañana, o la próxima semana o el próximo mes. "Si acaso, podría ir a caminar un rato" pensé. Pero, no me convencía. No estaba dispuesto a malgastar 14 pesos para el pasaje de ida y vuelta en el transporte urbano. Y todo eso ¿para qué? Sólo pasear una o dos horas por el mismo corredor lleno de gente y turistas, a los que posiblemente no me anime a hablarles. Quizá una que otra gente que tenga su negocio en el corredor ya me identifique después de verme tantas veces recorrer el mismo punto una y otra vez cada día. Y llegar al mismo parque donde me siento en la misma banca para perder mi tiempo, sin nadie a mi lado y todos mirándome al pasar, esperando de que aparezca alguna persona, hombre o mujer, pero que sea interesante. Sólo quiero dejar de sentirme tan... solo.
Pero en fin, seguía en mi casa, presionándome con la decisión de si salir a perder el tiempo allá afuera o aburrirme más en la soledad de mi casa. No sabía qué hacer. Por eso, al final decidí salir.
Estoy escuchando gemidos, quejidos que interrumpen la tranquilidad de la noche. Ya no son los ruiditos que hacen los grillos. Estos son lamentos. Son los aúllos de un perro. Ahora lo recuerdo. Hace una hora, mientras compraba la cena y volvía a casa, noté en un pequeño parque cercano a mi hogar a un perro atado a un poste. El pobre estaba demasiado excitado, tratando con todas sus fuerzas de liberarse de su atadura y, posiblemente, volver con su dueño. Ya empezaba a anochecer y el viento helado estaba dando los primeros soplidos.
Mientras pienso esto, el perro sigue aullando, el pobre chilla desesperado, el viento es bastante frío y apuesto a que tiene hambre. Es evidente que sufre.
Finalmente decidí salir esta tarde y creo que, estará de más decirlo, pero sí, fui a perder mi tiempo. No encontré nada ni a nadie interesante, me fui a sentar a la misma banca y me quedé muchos minutos ahí sentado. Con una cara triste y una pesadez que no podía ocultar, pasee una y otra y otra vez por las mismas calles, sin atreverme a malgastar dinero en un simple café o decir palabra alguna.
El perro está llorando. Pobre canino, pero ya pasará su sufrimiento
Tanta gente pasó a mi alrededor y me sentí bastante solo.
El perro no deja de aullar ni por un segundo, el viento sopla cada vez más fuerte. ¿por qué? ¿Por qué el dueño abandonó a su propio perro a su suerte?
Estoy aburrido, estoy sólo, estoy tratando de llevarlo con tranquilidad. Me deprimo tan fácilmente, no puedo sentir pena por mi mismo. Pero se siente tan insoportable estar tan solo, estar tan aislado y sin ninguna razón por la cual sonreír. ¿Por qué, hombre? ¿POR QUÉ? ¿Por qué abandonas a tu propio amigo? Me enferman ese tipo de personas. ¿Qué te hizo el pobre? ¿acaso te gusta desentenderte de él, de hacerlo sufrir, de rogar porque regreses para que lo lleves a casa? ¿ERES UN INFELIZ O QUÉ? Perro, amigo, ya no llores. ¡por favor, ya no llores! No lo puedo soportar.
Te quiero ayudar, de veras te quisiera ayudar. Perdóname. Lo lamento.
¿Qué estoy haciendo? No, esto no es correcto. No puedo seguir haciendo esto. No debo seguir sintiéndome así. Lo único que he logrado es sentirme patético. Quizá sólo se trate de una cuestión de optimismo, de confianza en que puedo hacer las cosas mejor. Sí, eso es. No puedo seguir aburriéndome de esa manera. Hoy fue una día muy largo, y con muchas cosas que pensar. Quizá la almohada y el sueño me quiten esta pesadez. El perro sigue aullando
Dejaré las cortinas de esta ventana abiertas, siento que es una forma de desearle buena fé al perro y no abandonarlo del todo. Y aún continúa aullando
Mañana será otro día. Y es hora de aprovecharlo al cien. Si, confío en que con otra actitud podrán cambiar mis días. Si.
Me tapo con mis sábanas tan cálidas. Recuesto mi cabeza en la almohada y poco a poco el sueño me relaja y me siento bien. A unos segundos de entregarme al sueño profundo noto algo. Silencio. El perro se ha callado...