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EimyruSlothfull — [FnT] Seleccion Final
Published: 2020-05-30 19:26:41 +0000 UTC; Views: 167; Favourites: 10; Downloads: 0
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    Los días de entrenamiento fueron intensos, pesados, abrumadores, pero nada que no pudieran superar, al menos los que estaban ahí, en aquel momento apunto de enfrentar la “Selección final”. La pelirroja tenía el estomago apretado de los nervios, le costaba creer lo lejos que llegaron y todo lo aprendido, en lo que parece, tan poco tiempo, pero confiaba en que sería suficiente para sobrevivir.   

    Entraban, sus manos sudaban, sus rodillas temblaban ocasionalmente, dando la impresión de ceder en cualquier momento. Observo como todos se desperdigaban en busca de su propia aventura, ella, necesitaba calmarse, buscar un sitio seguro donde estar y respirar.
Un aroma conocido le golpeo, flores, un campo lleno de ellas, aun de día, el sol las hacia irradiar color. Sentándose en medio de del prado, tomo algunas entrelazándolas para formar una corona, con la que adorno su cabello, por un instante se sintió cómoda, lo suficiente para llenarla del valor que necesitaba para seguir.
La tarde avanzaba y debía continuar, con pesar dejo el colorido claro y continuo. Investigando llegaron a sus manos hongos, estaba familiarizada con la cocina, solo que no con reconocer fungís, aun así tomo el riesgo, para su fortuna fueron comestibles, los dioses parecían sonreírle, por ahora. Con el hambre saciada y aun segura, paso la primera noche.

    Un nuevo día se despertó, sobrevivió sin problemas, si todos los días son iguales, no tendría problema, por desgracia, la suerte no era tan buena. Sonidos entre los árboles, pequeños pasos, recuerdos se agolparon en su cabeza, dolor, sangre, gritos… miedo. Se golpeo la mejilla para volver a la realidad, desenfundo la nichirin esperando lo peor, se acercaba podía sentirlo, estaba ahí frente a ella un… ¿Ganso? El desconcierto fue demasiado, incluso llego a soltar una risa, guardo el arma confiada de estar seguro.
Confiarse siempre es un problema, el ave sin dudarlo se lanzo sobre la chica, nunca en su vida se imagino corriendo de una criatura como esa, pero el bendito ganso parecía la cosa mas violenta y loca que vio en su vida, para peor no estaba solo! No sabe cuanto tiempo corrió solo siguió hasta que esos graznidos infernales parecían muy lejanos. Fue una aventura inesperada, ahora necesitaba descansar.

     Otro día con vida, a ese ritmo solo estaría cansada, pero sin problemas, ya sentía mas confianza en sobrevivir y sobretodo en salir sin heridas graves. Caminando nuevamente encontró hongos, se parecían a los primeros, eso creía, pero no lo eran, aquel día fue un infierno para su estomago, o lo que quedara de él, pues pareció expulsarlo todo. No fue un buen día.


    La mañana siguiente ya compuesta y jurando no volver a comer un hongo silvestre, continuo explorando, sabe que quedarse en un solo sitio no era la mejor opción, pero caminar sin ver el suelo tampoco lo eran. Un momento estaba arriba y al próximo abajo, rodo por un barranco que la maleza no le dejo ver, un mal paso, un golpe de mala suerte lo que fuera, solo estaba empezando.
Sintió algo medianamente suave, aturdida no comprendió que era hasta ponerse de pie. Un demonio, un asqueroso y repulsivo demonio! Cuan mala puede ser la fortuna para lanzarla sobre una de esas criaturas, literalmente. Sin tiempo para preocuparse por eso, desenvaino y puso en práctica lo aprendido en esas semanas. Bien aprendido aparentemente, logro aguantar hasta que el sol llegara y eliminara esa aberración. Victoria, una dolorosa, sucia y confusa victoria.

    Tomo un descanso, era el quinto día, al menos eso pensaba, logro encontrar donde descansar a salvo. En el camino de explorar dio con algunas frutas, paso lo que quedaba del dia recogiendo y comiendo estas, las que por suerte no le dieron mal alguno. Un momento tranquilo para reponer energías, lo necesitaba

    Otro día, otra noche, ya faltaba menos para salir, aun estaba en buen estado, y determinada a salir entera de todo eso. Una cueva se cruzo en el camino, parecía segura, y vacía, oh ilusa criatura que era. En cuanto se adentro en esa oscuridad, un demonio se interpuso en su camino, y no cualquier demonio, se veía mucho más fuerte, energético y hambriento, sobretodo hambriento, pero también, mucho más humano. Por un segundo dudo, esperaba encontrarse cosas horripilantes con formas aberrantes de pesadillas y cuentos de terror, no eso.
 Parecía que el ser noto aquella incertidumbre y solo se rio de la joven, y la ataco sin dudarlo. Por primera vez en todos esos días la pelirroja sintió que realmente estaba en peligro, y huir no la salvaría esta vez. Debía sobrevivir, solo eso podía pensar, aun no era su hora, no lo fue hace meses, no lo fue hace unos días, y no lo seria en ese instante.
Lucho duramente, sin tregua, ignorando heridas y palabras, con una sola misión, cercenar esa cabeza, obstinada en aquello, no supo si fueron minutos, horas o una eternidad,  cuando finalmente la afilada hoja de su katana atravesó el cuello del demonio y le vio caer, volviéndose polvo. Paso lo que quedaba del día en la cueva, asimilando lo que acaba de vivir


    El ultimo día, ya solo quedaba pasar esto y salir, eso la haría una cazadora una de verdad, que podrá salir al mundo a exterminar esta horrible y desagradable plaga. Aquellos pensamientos dominaron su mente, inmersa que no se dio cuenta donde se encontraba hasta ser demasiado tarde. Oscuridad, no veía la luz del sol a pesar de ser día aun. Odiaba la oscuridad, tan fría, desagradable, le aterraba.
No espero escuchar nada para ponerse en guarda, atacaría primero si se lo permitían, yo lo hizo dos veces, ya derroto antes, otro no será nada. Por minutos no ocurrió nada, quizá no pasara, busco por donde salir de vuelta al sol, un camino que brillaba al final al que se encamino, pero antes de llegar se interpusieron en su camino.
Otra lucha, enervante y agotadora, una que realmente no pudo ganar, pero si sobrevivir. Logro llegar al sol, huir. Se sentía como una cobarde, y por mucho tiempo pensó en devolverse, esa cosa merecía morir, eso pensaba firmemente, pero ya no está en condiciones para hacerlo.

Busco otro lugar donde reposar, dio otra cueva, vacía, donde pudo dejarse caer por el tiempo que quedaba hasta salir de ahí. Herida, pero entera, sobrevivió así la Selección. 



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