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Las alarmas del hospital empezaron a zonar ruidosamente alertando a los medicos de otra escapada por parte de los presos.
El psiquiatra caminaba por el pasillo cuando se disparo la alarma y observo como los de seguridad arrastraban por el suelo a uno que otro preso y los metian en sus respectivas celdas.
Tras caminar un buen rato por el edificio, el psiquiatra paro en frente de una celda y entro cerrando la puerta tras de si. Cuando la luz de la habitacion se prendio, el psiquiatra estaba sentado en una silla con una libreta entre las manos y en la otra esquina de la habitacion una chica vestida con un traje de hospital se encontraba sentada en una silla con la cabeza entre las manos. Llevaba puesta una mascara blanca la cual le tapaba todo el rostro.
El psiquiatra empezo a hacerle varias preguntas mientras la joven no contestaba a ninguna de ellas. Cuando el hombre le reprocho por su silencio, la chica levanto el rostro.

-Si hubiese contestado a cualquiera de tus preguntas me habrias dicho que estoy loca- volteo a mirar al vidrio sabiendo que no estaban solos- Si no tienes nada bueno que decir, sera mejor que no lo digas-

El psiquiatra se acomodo en su asiento y empezo hacerle preguntas nuevamente. Sin embargo al llegar a la pregunta "Eres feliz?" la chica empezo a reirse mientras se agarraba la cara. La mascara se agrieto y un pedazo cayo al suelo, revelando unos ojos enojados cubiertos de lagrimas.

-Esto es evidencia suficiente para contestar a tu pregunta, imbecil?-

La luz se apago y cuando volvio a prenderse el psiquiatra se encontraba sentado en su sitio cubierto de sangre, tomando nota de todo, mientras la chica colgaba en frente de el, con varios hilos saliendo de su espalda sujetandola del techo mientras su sangre caia al suelo.

La mascara tenia una sonrisa pintada a la fuerza.

Primera parte de una historia que escribi hace tiempo en un momento de mucho estres. Esta basada en experiencias personales y partes de mi vida.
Espero sacar mas de ella en un futuro

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Las alarmas del hospital empezaron a zonar ruidosamente alertando a los medicos de otra escapada por parte de los presos.
El psiquiatra caminaba por el pasillo cuando se disparo la alarma y observo como los de seguridad arrastraban por el suelo a uno que otro preso y los metian en sus respectivas celdas.
Tras caminar un buen rato por el edificio, el psiquiatra paro en frente de una celda y entro cerrando la puerta tras de si. Cuando la luz de la habitacion se prendio, el psiquiatra estaba sentado en una silla con una libreta entre las manos y en la otra esquina de la habitacion una chica vestida con un traje de hospital se encontraba sentada en una silla con la cabeza entre las manos. Llevaba puesta una mascara blanca la cual le tapaba todo el rostro.
El psiquiatra empezo a hacerle varias preguntas mientras la joven no contestaba a ninguna de ellas. Cuando el hombre le reprocho por su silencio, la chica levanto el rostro.

-Si hubiese contestado a cualquiera de tus preguntas me habrias dicho que estoy loca- volteo a mirar al vidrio sabiendo que no estaban solos- Si no tienes nada bueno que decir, sera mejor que no lo digas-

El psiquiatra se acomodo en su asiento y empezo hacerle preguntas nuevamente. Sin embargo al llegar a la pregunta "Eres feliz?" la chica empezo a reirse mientras se agarraba la cara. La mascara se agrieto y un pedazo cayo al suelo, revelando unos ojos enojados cubiertos de lagrimas.

-Esto es evidencia suficiente para contestar a tu pregunta, imbecil?-

La luz se apago y cuando volvio a prenderse el psiquiatra se encontraba sentado en su sitio cubierto de sangre, tomando nota de todo, mientras la chica colgaba en frente de el, con varios hilos saliendo de su espalda sujetandola del techo mientras su sangre caia al suelo.

La mascara tenia una sonrisa pintada a la fuerza.

Primera parte de una historia que escribi hace tiempo en un momento de mucho estres. Esta basada en experiencias personales y partes de mi vida.
Espero sacar mas de ella en un futuro