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No siempre hubo paz en Aqkua. Antes de que los Lunáticos descendieran desde la luna Lonos, Aqkua se enfrentó a la mayor guerra de su historia cuando estalló el conflicto entre las Cinco Naciones y la joven Nación Alquimista. Enfrentados por diferentes interpretaciones de las Crónicas de los Zhelai, los Alquimistas asaltaron las Cinco Naciones con toda su potencia de combate, basada en avanzadas máquinas mágicas y armadas volantes que se adueñaron de los cielos. La única esperanza de las Cinco Naciones fue su lider, el Rey Altaris, una figura legendaria con el poder de un semidiós otorgado por el Trono de Oro, y que acompañó a sus tropas en la defensa de su pueblo. A pesar de la superioridad militar y tecnológica de los Alquimistas, nunca lograron vencer un ejército liderado por el poderoso Rey Altaris, y la guerra sólo vio su fin cuando los Largos decidieron tomar parte y arrasaron con el poder de los Tres Cristales la mayor ciudad Alquimista de Aqkua.

En la mayor batalla de esta guerra, a las puertas de Capithallis, el Rey Altaris hizo frente en combate singular a los Cuatro Maestros Alquimistas, líderes de la Nación Alquimista. Sin embargo, pese a ser cuatro contra uno y tratarse de los guerreros y conjuradores más poderosos del mundo, jamás lograron derrotar al rey de las Cinco Naciones.
La historia de las Guerras Alquimistas quedó oculta entre la bruma de la Primera Guerra Ciencia Magia, cuando Alquimistas y Cinco Naciones tuvieron que aliarse para enfrentarse a los invasores de la luna. Sin embargo, mil años después, las leyendas de aquel combate singular que hizo temblar la tierra todavía resuenan en las mentes y canciones de los habitantes de Aqkua.

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No siempre hubo paz en Aqkua. Antes de que los Lunáticos descendieran desde la luna Lonos, Aqkua se enfrentó a la mayor guerra de su historia cuando estalló el conflicto entre las Cinco Naciones y la joven Nación Alquimista. Enfrentados por diferentes interpretaciones de las Crónicas de los Zhelai, los Alquimistas asaltaron las Cinco Naciones con toda su potencia de combate, basada en avanzadas máquinas mágicas y armadas volantes que se adueñaron de los cielos. La única esperanza de las Cinco Naciones fue su lider, el Rey Altaris, una figura legendaria con el poder de un semidiós otorgado por el Trono de Oro, y que acompañó a sus tropas en la defensa de su pueblo. A pesar de la superioridad militar y tecnológica de los Alquimistas, nunca lograron vencer un ejército liderado por el poderoso Rey Altaris, y la guerra sólo vio su fin cuando los Largos decidieron tomar parte y arrasaron con el poder de los Tres Cristales la mayor ciudad Alquimista de Aqkua.

En la mayor batalla de esta guerra, a las puertas de Capithallis, el Rey Altaris hizo frente en combate singular a los Cuatro Maestros Alquimistas, líderes de la Nación Alquimista. Sin embargo, pese a ser cuatro contra uno y tratarse de los guerreros y conjuradores más poderosos del mundo, jamás lograron derrotar al rey de las Cinco Naciones.
La historia de las Guerras Alquimistas quedó oculta entre la bruma de la Primera Guerra Ciencia Magia, cuando Alquimistas y Cinco Naciones tuvieron que aliarse para enfrentarse a los invasores de la luna. Sin embargo, mil años después, las leyendas de aquel combate singular que hizo temblar la tierra todavía resuenan en las mentes y canciones de los habitantes de Aqkua.