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Los pocos sobrevivientes a duras penas lograron salir de los zapatos de Milim, lograron abrir un portal con la esperanza de salir del horrible lugar de los monstruos gigantes, pero desafortunadamente solo lograron traer más de ellos, sin otra opción tenían que conseguir el ayuda del monstruo gigantesco sobre ellos, con la esperanza de que les conceda misericordia.

Pocos se atrevieron a trepar por sus pequeños pero gigantescos pies de niña, al hacerlo comenzaron a tocarlo con sus manos para llamar la atención del gigante, lo lograron porque Milim sintió algo extraño bajo sus pies, al sentirlo los movía poco a poco. Little sacudiendo el mundo de los pequeños, mirando hacia abajo y notando a los pequeños humanos bajo sus pies, no pudo evitar dar una sonrisa diabólica, que asustó a los pequeños temerosos de su destino.

Después de un rato los pequeños comenzaron a subirse a los enormes pies de Milim con sus pequeñas manos para darle un masaje en los pies a su nueva maestra, pues ella decidió mantenerlos como sus nuevas mascotas, aunque no era lo que querían lograr al menos ellos estaban fuera de peligro por ahora, Milim sonrió al ver a sus pequeñas mascotas trabajando tan duro para darle un simple masaje en los pies.

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Los pocos sobrevivientes a duras penas lograron salir de los zapatos de Milim, lograron abrir un portal con la esperanza de salir del horrible lugar de los monstruos gigantes, pero desafortunadamente solo lograron traer más de ellos, sin otra opción tenían que conseguir el ayuda del monstruo gigantesco sobre ellos, con la esperanza de que les conceda misericordia.

Pocos se atrevieron a trepar por sus pequeños pero gigantescos pies de niña, al hacerlo comenzaron a tocarlo con sus manos para llamar la atención del gigante, lo lograron porque Milim sintió algo extraño bajo sus pies, al sentirlo los movía poco a poco. Little sacudiendo el mundo de los pequeños, mirando hacia abajo y notando a los pequeños humanos bajo sus pies, no pudo evitar dar una sonrisa diabólica, que asustó a los pequeños temerosos de su destino.

Después de un rato los pequeños comenzaron a subirse a los enormes pies de Milim con sus pequeñas manos para darle un masaje en los pies a su nueva maestra, pues ella decidió mantenerlos como sus nuevas mascotas, aunque no era lo que querían lograr al menos ellos estaban fuera de peligro por ahora, Milim sonrió al ver a sus pequeñas mascotas trabajando tan duro para darle un simple masaje en los pies.