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Description
  Chengae se había enterado del servicio de adopción que ofrecía la academia poco después de haber comenzado las clases. La verdad es que le parecía una iniciativa estupenda, así que de vez en cuando se pasaba por el local para ver si había algún pokemon que necesitase un nuevo hogar o para ayudar si era necesario.

  Fue en uno de estos viajes que su mirada se encontró con la de una electrike que parecía haber perdido su chispa. Ver a un pokemon tan pequeño y tan desolado le partió el corazón, así que entró para preguntar que le había sucedido. Una vez se había enterado de la historia, la adoptó sin dudarlo.

  Para cuando terminó los papeleos era tarde así que de allí fue directamente a su cuarto. La electrike parecía nerviosa y asustada, pero sobretodo triste. Chengae decidió sacar a Sandía de su pokeball también, para que ella se sintiera más acogida.

  Ese día el criador cenó en el suelo con sus pokemon y no escatimó en mimos de todo tipo. La electrike pareció calmarse un poco y aunque aún no se acercaba al joven, se dejaba acariciar y no respondía de forma agresiva o negativa. Chengae sabía que un síndrome post traumático requería tiempo y cuidados, pero la pequeña se había ganado rápidamente un hueco en su corazón y haría lo que fuera para hacerle sentir parte de esa nueva familia.

  Todo funcionó con relativa normalidad a partir de ahí. Chengae terminó sus tareas y puso a dormir a sus compañeros antes de irse a la cama. Sin embargo, en mitad de la madrugada unos lloriqueos le despertaron. Encendió la cadena de lámparas para descubrir que la Electrike estaba escondido debajo de la mesa llorando y muy alterada, seguramente víctima de una pesadilla o una crisis. Sandía se había despertado también y estaba cerca de ella, intentando tranquilizarla.

  Chengae se acercó y cuando consiguió calmarla un poco, la envolvió en una suave manta rosada que tenía y se subió a la cama con ella en brazos. Le daba igual que hora fuera o que mañana tuviera clase, lo importante ahora era estar allí para su pokemon. Le puso contra su pecho y meció suavemente mientras sandía se subía a la cama y se acomodaba cerca.

  Gracias a las atenciones, su nueva compañera se tranquilizo rápido y se durmió entre sus brazos. Ahora parecía más tranquila y Chengae se alegraba. Habían dado el primer paso.

Lo siento si no se entiende, no se escribir hshshs

.:Adopción de electrike:.

Artwork (c) Piumca

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  Chengae se había enterado del servicio de adopción que ofrecía la academia poco después de haber comenzado las clases. La verdad es que le parecía una iniciativa estupenda, así que de vez en cuando se pasaba por el local para ver si había algún pokemon que necesitase un nuevo hogar o para ayudar si era necesario.

  Fue en uno de estos viajes que su mirada se encontró con la de una electrike que parecía haber perdido su chispa. Ver a un pokemon tan pequeño y tan desolado le partió el corazón, así que entró para preguntar que le había sucedido. Una vez se había enterado de la historia, la adoptó sin dudarlo.

  Para cuando terminó los papeleos era tarde así que de allí fue directamente a su cuarto. La electrike parecía nerviosa y asustada, pero sobretodo triste. Chengae decidió sacar a Sandía de su pokeball también, para que ella se sintiera más acogida.

  Ese día el criador cenó en el suelo con sus pokemon y no escatimó en mimos de todo tipo. La electrike pareció calmarse un poco y aunque aún no se acercaba al joven, se dejaba acariciar y no respondía de forma agresiva o negativa. Chengae sabía que un síndrome post traumático requería tiempo y cuidados, pero la pequeña se había ganado rápidamente un hueco en su corazón y haría lo que fuera para hacerle sentir parte de esa nueva familia.

  Todo funcionó con relativa normalidad a partir de ahí. Chengae terminó sus tareas y puso a dormir a sus compañeros antes de irse a la cama. Sin embargo, en mitad de la madrugada unos lloriqueos le despertaron. Encendió la cadena de lámparas para descubrir que la Electrike estaba escondido debajo de la mesa llorando y muy alterada, seguramente víctima de una pesadilla o una crisis. Sandía se había despertado también y estaba cerca de ella, intentando tranquilizarla.

  Chengae se acercó y cuando consiguió calmarla un poco, la envolvió en una suave manta rosada que tenía y se subió a la cama con ella en brazos. Le daba igual que hora fuera o que mañana tuviera clase, lo importante ahora era estar allí para su pokemon. Le puso contra su pecho y meció suavemente mientras sandía se subía a la cama y se acomodaba cerca.

  Gracias a las atenciones, su nueva compañera se tranquilizo rápido y se durmió entre sus brazos. Ahora parecía más tranquila y Chengae se alegraba. Habían dado el primer paso.

Lo siento si no se entiende, no se escribir hshshs

.:Adopción de electrike:.

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