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Description

“Yup ,señores, yo soy el lisiado que esta besando al Nandito –Snort-“

||INFORMACIÓN GENERAL||

Nombre: Eric Forte.
Apodos: Rueditas, Rayo McQueen, Mister McQueen.

Altura: 1`92 fuera de la silla || 1'42 en la silla aproximadamente.
Peso: 75kg.

Género: Masculino
O.S: Antrosexual.
O.R: Demirromantico.

Edad: 19 años.
Cumpleaños: 1 de octubre.
Signo zodiacal: Libra.

Lugar de origen: Kalos, ciudad Témpera.
Especialidad: Criador.
Particularidad: Sufre de paraplejía a causa de un accidente cuando tenía 16 años.

Voz: Ironic || Boh Burnham
Ost: Dreamwalker || J.T Peterson

Mochila de viaje: Mochila Eric

----------------------------------------------------------------------------------------------

||Historia||

[Infancia y Adolescencia]

Nacido y criado en la zona montañosa de ciudad témpera el joven no puede quejarse mucho de su infancia, al ser parte de una familia de granjeros siempre se mantuvo junto a distintos tipos de pokémons madurando junto a muchos de ellos. De su infancia lo que más puede remarcar es cuando ayudaba a sus padres a cuidar a los pokémons además del nacimiento de su hermano menor cuando él tenía 4 años, sí, tal vez es cierto que no lo recuerda mucho claramente pero si las memorias que tuvo con este a lo largo de su vida, al solo tener 4 años de diferencias prácticamente estuvieron partes de sus vidas con edades algo similares lo que hacía que el menor fuera su primer mejor amigo y que actualmente siga siéndolo. Eran muy unidos lo hacían absolutamente todo juntos hasta que el rubio entró a la adolescencia.

Ya fuera por las etapas de la pubertad o por él mismo, el chico fue perdiendo trató con su hermano menor hasta el punto de que en vez de verle como un confidente lo veía como una molestia, una carga a la que no deseaba llevar. A parte de esto sus intereses habían comenzado a cambiar, ahora deseaba pertenecer a un grupo y no solo eso, había encontrado su meta en la vida, ser un corredor profesional de Rhyhorn.

Con estas cosas en mente comenzó a entrar a lo que sería su mejor y peor momento de su vida.

El chico tenía buena mano con los pokémons gracias a haberse criado en una granja y sus padres le apoyaban mucho en lo de volverse corredor, le llevaban a cada competición, le ayudaban a entrenar y sobretodo le animaban ganara o perdiera. Era algo que disfrutaba hacer algo que simplemente amaba, esa sensación de realización cada vez que quedaba primero en una competición era adictiva, no se podría cansar nunca de ella. Y por si fuera poco socialmente tampoco iba mal con las competiciones había hecho un grupo de amistades de su misma edad las cuales compartían sus mismos gustos.

Era la mejor étapa de su vida, simplemente todo iba perfectamente para él, se sentía un triunfador en la vida pero…Por desgracia, la vida no solo daba, sino también quitaba y el joven se daría cuenta de eso de la peor manera posible.

||Aviso: Desde este punto la historia toca temas sensibles, si no te sientes cómodo con ellos por favor, sáltese esta parte.||

[El accidente]

En su decimo-sexto cumpleaños por fin llegaría a la competición más grande de carreras de Rhyhorns de su región, una vez ganase aquello habría completado su sueño a una edad temprana y por fin podría entrar a las competiciones de adultos. Aquella noticia era algo que simplemente necesitaba celebrarse no todos podían llegar hasta donde él llego y mucho menos hasta donde él aspiraba así que, con la emoción e inocencia de su edad quedaría con sus amigos para celebrar unos días antes de la competición.

Fue una tarde de adolescentes como cualquier otra, juegos, risas, bromas, música, y alcohol. Algo normal y corriente, nada destacable.

Iba todo con normalidad mientras los jóvenes cada vez más y más se emborrachaban hasta el punto de no comenzar a ser consientes de sus propios actos, siendo aquella la perdición del rubio.

En uno de los juegos, uno de sus amigos le retaría a montarse a uno de los Gogoats de la granja de sus padres, para demostrarle a los demás lo buen jinete que era y como no, él bien orgulloso y seguro de sus habilidades acepto.

Era sencillo, solo debía subirse a uno, correr un poco alrededor de la granja y listo. Ya estaría terminado y habría demostrado lo bueno que era pero…lo que no se esperaba el joven es que, nada más subirse al lomo del pokémon e intentar manejarle su percepción del mundo que le rodeaba se vería afectada por el alcohol. Poco después de haber comenzado a montar era incapaz de controlar al animal, solo podía intentar agarrarse en un intento en vano de no caerse al suelo, en un intento de controlar la situación. Para su pesar aquello no serviría para cuando se daría cuenta mejor de lo que sucedía su cuerpo ya había sido lanzado hacia una de las vallas de la zona y lo siguiente que vería antes de perder el conocimiento sería a sus amigos corriendo hacia él mientras le llamaban preocupados. Algo había ocurrido, algo grave…¿Pero el qué? Sin siquiera poder decirle nada a sus amigos finalmente, lo último que vio fue negro y después, silencio.

[Después del accidente]

El joven no recuperaría la consciencia hasta la tarde del día siguiente, la cabeza y el cuerpo le dolía horrores, no entendía que había ocurrido. Se encontraba en una sala blanca, rodeado de lo que parecía, ¿Maquinas? ¿Cómo había llegado ahí? ¿Qué…Qué había pasado en el día anterior? Recordaba que había salido con sus amigos para celebrar, habían ido a su gran para hacer algo y luego, ¿Luego qué había sucedido?

Acomodándose en la camilla el joven estaba desconcertado de verdad que no entendía qué había ocurrido y mucho menos el porqué se encontraba en ese lugar, en esa sala que parecía de hospital.

En esos momentos de desconciertos en los que luchaba para entender todo lo que había olvidado de la noche anterior escuchó una voz familiar, una voz llena de alivió que reprimían las lágrimas, era su madre que entraba a la habitación con su padre. En esos momentos podría haber sentido alivio al ver a alguien que podría explicarle todo pero, nada más ver sus miradas, esas miradas llenas de dolor y decepción el chico fue incapaz de decir palabra al principio, simplemente dejando que la desolada mujer le abrazaba con fuerza, agradeciéndole a dios que estuviese vivo.

-¿Qué?...Mama, ¿Qué ha pasado?... -

Preguntó finalmente el adolescente tomando a su madre por los hombros, la mirada de esta se había vuelto amarga, volviéndola hacia su esposo el cual hablaría por esta, desviando la mirada de ambos.

-Eric. –Las palabras del hombre eran serias, le costaba hablar, le costaba expresarse.- Anoche fuiste con tus amigos a la granja y tuvistes un accidente, me temo que…No podras, agh. –No podía terminar de hablar, llevándose una mano a la cara negó con la cabeza saliendo de la habitación sin decir más.

-¿No podre qué? ¿Papa, de qué estas hablando? Ah, ¡Hey,hey espera no me dejes as--¡

Y fue en ese momento que el chico se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, justo cuando iba a levantarse para ir detrás de su padre su cuerpo cayó hacia un lado teniendo que agarrarse a su madre para no caerse de la camilla. ¿Qué demonios había ocurrido en la noche anterior?. En shock simplemente se mantenía mirando a la puerta intentando volver a levantarse. Nada. Otra vez. Nada. No podía, sus piernas, sus piernas no reaccionaban, estaban clavadas en el sitio como un peso muerto que le condenaba, un castigo por sus propios pecados.

¿Por qué? ¿Por qué le estaba ocurriendo eso? ¿Por qué tenía que pasar él por eso? ¿Por qué ahora? ¿¡Simplemente por qué?!. La frustración, la ira, el desamparo, la desesperación, esos sentimientos llenaron al joven, no era capaz de aceptar su realidad, no era capaz de soportar en lo que él mismo se había metido. Lo tenía todo, tenía la vida perfecta y de la noche a la mañana, lo había perdido todo.

Sus padres intentaron ayudarle a superar aquella perdida, a no perder la esperanza, pero era inútil. El joven no escuchaba, se había encerrado en su propio mundo, un mundo en el que solo era capaz de lamentarse y así estuvo un año entero encerrado. No quería saber nada de su familia, no quería saber nada de sus amigos, de carreras, de pokemons, de nada, era incapaz de soportar como todos podían estar tan felices y él se encontraba así, siendo un peso muerto para todos. Esas miradas de pena, esas ayudas, esas palabras vacías de ánimo le daban asco, ninguno de ellos le entendían, ninguno de ellos sabía por lo que estaba pasando o eso era lo que pensaba hasta que por fin después de años volvió a escuchar a su hermano menor al terminar una acalorada discusión.

En aquella discusión se dijeron cosas dolorosas, cosas que nunca debieron ser dichas pero en partes cosas que el mayor necesitaba para reaccionar.

“¡Pues claro que no puedo entenderte idiota, no nos dejas entenderte! Pero aun si no te entendemos mi hermano mayor no es un cobarde que simplemente se queda en su cuarto lloriqueando. No. ¡Mi hermano es alguien que no se rinde, alguien capaz de levantarse después de caer! ¡Y que si no vuelves a correr, y que si no puedes volver a caminar, estás vivo, idiota, vivo! ¡Y eso es lo único que importa, mientras sigas vivo, mientras sigas aquí no está todo perdido maldita sea, no lo está!”

Y no lo estaba, efectivamente no estaba todo perdido…Tal vez no podría volver a montar nunca más, tal vez tampoco podría hacer muchas cosas por sí solo, ¿Pero qué importaba? Aún había un mundo allí fuera lleno de posibilidades. Tal vez, tal vez podría cambiar todo, tal vez tenía una segunda oportunidad.

[Imperio]

Después de aquella dura etapa el joven estuvo redimiéndose a sí mismo, intentando recuperar su antiguo yo, no fue un trabajo sencillo, seguía teniendo sus bajos en las que simplemente se odiaba a sí mismo y deseaba acabar con todo pero gracias al apoyo de su familia poco a poco iba consiguiendo redimirse. Poco a poco iba acostumbrándose a sí mismo, a ese nuevo cuerpo que poseía y el cual le dificultaba la vida, de cierta manera simplemente iba aprendiendo a vivir consigo mismo.

Así pues el tiempo iba pasando y otro año llego a su fin, un año en el que por fin parecía ir recuperándose de todo lo sucedido. Todo iba recuperándose y volviendo en parte a lo que una vez fue, y eso no era todo una nueva oportunidad a un brillante futuro llego a la vida del rubio.

Un día como cualquier otro su padre le llamó para hablar de un tema serio, al parecer en otra región pronto iba a abrir una academia donde aceptaban todo tipo de personas para que se especializaran en distintos ámbitos como entrenadores ,coordinadores o criadores. Era algo que en su región no existía y con el cual podría labrarse un futuro, por ello su padre le ofrecía el asistir a ella. En un principio no estaba seguro de que hacer, se veía interesante y en sí le interesaba, ¿Pero alguien como él podría con ellos?... Claro que podría. ¿Por qué no iba a hacerlo?

Aceptando después de una larga reconsideración sobre su situación finalmente se prepararía para ese nuevo sueño que le esperaba lejos de su hogar, hacía años que no sentía esa emoción, puede que al final si fuera eso lo que necesitaba para volver a ser como una vez fue. Pero bueno, fuera como fuese solo arceus sabe que le espera en ese lugar por mientras se mantendrá con las expectativas y emociones altas. Dispuesto y preparado para todo lo que viniese a fin de cuentas no podría ser peor de lo que una vez pudo vivir.

----------------------------------------------------------------------------------------------

||Persona||

{Personalidad}

||Calmado||Sobreprotector||Mimoso/cariñoso||Directo/honesto||Orgulloso||Inseguro

Un joven por lo general con una personalidad calmada, intenta mostrarse lo más maduro y responsable posible por miedo a meter la pata nuevamente como cuando lo hizo con 16 años, aparte también lo hace ya que le gustaría ser un ejemplo para las personas más pequeñas que él. Por lo general ese deseo de ser un ejemplo le lleva a ser una persona muy sobre protectora, preocupándose rápidamente por cualquier tontería y echando la bronca si ve algo que para sí mismo no es adecuado.

Sumado a esa calmada forma de ser es una persona que cuando coge confianza y sabe que alguien no va a sentirse incomodo puede llegar a ser muy cariñoso casi olvidándose de respetar los espacios ajenos.

En cuestión cuando esta de buenas simplemente es alguien tranquilo y cariñoso, con una paciencia aceptable, que disfruta pasando un buen tiempo con su familia y amigos, aun así no siempre puede ser así, si le agotan su paciencia o simplemente le buscan las cosquillas puede ser alguien dañinamente directo, capaz de decir cualquier cosa si sabe que hará daño al contrario, por lo general intenta controlar esto y decir cosas directas pero más suaves aunque por desgracia no siempre sea posible.

Aparte de eso es alguien muy orgulloso e inseguro, detestando cualquier muestra de afecto si es con pena llegando al punto de cogerle rencor a la persona que le muestra eso. Quiere demostrar que puede valerse por sí mismo aun con su discapacidad así que simplemente reaccionara mal a cualquier ataque hacia su orgullo e inseguridades, da igual si es por buena fé, simplemente no atenderá a razones.

{Gustos y disgustos}

Los pokémons.
La velocidad.
Dibujar.
Las competiciones.

Los chistes sobre minusválidos, hacerlos.
Los gorros,sombreros.
Su hermano pequeño.
Los juegos de azar.

Que le tengan pena.
Los chistes sobre minusválidos, recibirlos.
Las pokémonturas.
Los dulces.

||Extras||

-Él mismo decoró su silla de ruedas, además de que le pidió a algunos familiares y amigos que la decoraran para así también tener una marca de ellos a su lado.

-No le tiene fobia a los Gogoats después de lo sucedido pero sí es cierto que no se siente cómodo estando cerca de ellos.

-No siente nada de cintura para abajo, aun así es capaz de mover la cadera y por suerte para él no tienen ningún otro problema además de la insensibilidad e inmovilidad de sus piernas.

-Tiene cicatrices en la pierna por heridas que se hizo después del accidente, no le gusta hablar de ello ni explicar el porqué las tiene.

-Por lo general intenta mantener una actitud optimistamente realista.

-Detesta con toda su alma el alcohol, no quiere volver a tocarlo nunca más en su vida y evitara por cualquier medio que su hermano tenga relación con esto.

-Hace ejercicio para fortalecer sus brazos y evitar que sus piernas generen otros problemas al no poder moverse y circular bien la sangre en estas.

-Tiene dos sillas, una normal (la que se ve en la ficha) y una deportiva que por lo general es la que más suele usar ya que le ayuda a moverse con más facilidad y rápidez.

-Llama a su silla McQueen por ello que le pusieron el apodo de rayo McQueen.

-Su hermano menor es Evans Forte.

||Relaciones||

{Conocidos}

--

{Amigos}

--

{Enemigos}

--

------------------------------------------------------------------------------------------

||Equipo Pokémon||

[Sebs || Treecko [ ]   || || ]

Nivel: 5

Naturaleza: Floja (-Defensa especial; +Defensa)

Habilidad: Espesura.

Ataques:

-Destructor lv1

-Malicioso lv 1

-Absorber lv 5

Extras: Eric libreta 3

  [Rudolf [Ruddy] || Skiddo [ ]   ||    || ]

Nivel: 5.
Habilidad: Herbívoro.
Naturaleza: Activa (-Defensa ; +velocidad).

Ataques:
- Desarrollo lv1
-Placaje lv1

[Bonnie || Buneary ( ) ||   || ]

Nivel: 6.
Habilidad: Fuga.
Naturaleza: Tímida (Neutral)

Ataques:

-Aguante lv6
-Destructor Lv1
-Rizo defensa lv1
-Profesia lv1

[ ??? || ??? || ??? || ???]

Description

“Yup ,señores, yo soy el lisiado que esta besando al Nandito –Snort-“

||INFORMACIÓN GENERAL||

Nombre: Eric Forte.
Apodos: Rueditas, Rayo McQueen, Mister McQueen.

Altura: 1`92 fuera de la silla || 1'42 en la silla aproximadamente.
Peso: 75kg.

Género: Masculino
O.S: Antrosexual.
O.R: Demirromantico.

Edad: 19 años.
Cumpleaños: 1 de octubre.
Signo zodiacal: Libra.

Lugar de origen: Kalos, ciudad Témpera.
Especialidad: Criador.
Particularidad: Sufre de paraplejía a causa de un accidente cuando tenía 16 años.

Voz: Ironic || Boh Burnham
Ost: Dreamwalker || J.T Peterson

Mochila de viaje: Mochila Eric

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||Historia||

[Infancia y Adolescencia]

Nacido y criado en la zona montañosa de ciudad témpera el joven no puede quejarse mucho de su infancia, al ser parte de una familia de granjeros siempre se mantuvo junto a distintos tipos de pokémons madurando junto a muchos de ellos. De su infancia lo que más puede remarcar es cuando ayudaba a sus padres a cuidar a los pokémons además del nacimiento de su hermano menor cuando él tenía 4 años, sí, tal vez es cierto que no lo recuerda mucho claramente pero si las memorias que tuvo con este a lo largo de su vida, al solo tener 4 años de diferencias prácticamente estuvieron partes de sus vidas con edades algo similares lo que hacía que el menor fuera su primer mejor amigo y que actualmente siga siéndolo. Eran muy unidos lo hacían absolutamente todo juntos hasta que el rubio entró a la adolescencia.

Ya fuera por las etapas de la pubertad o por él mismo, el chico fue perdiendo trató con su hermano menor hasta el punto de que en vez de verle como un confidente lo veía como una molestia, una carga a la que no deseaba llevar. A parte de esto sus intereses habían comenzado a cambiar, ahora deseaba pertenecer a un grupo y no solo eso, había encontrado su meta en la vida, ser un corredor profesional de Rhyhorn.

Con estas cosas en mente comenzó a entrar a lo que sería su mejor y peor momento de su vida.

El chico tenía buena mano con los pokémons gracias a haberse criado en una granja y sus padres le apoyaban mucho en lo de volverse corredor, le llevaban a cada competición, le ayudaban a entrenar y sobretodo le animaban ganara o perdiera. Era algo que disfrutaba hacer algo que simplemente amaba, esa sensación de realización cada vez que quedaba primero en una competición era adictiva, no se podría cansar nunca de ella. Y por si fuera poco socialmente tampoco iba mal con las competiciones había hecho un grupo de amistades de su misma edad las cuales compartían sus mismos gustos.

Era la mejor étapa de su vida, simplemente todo iba perfectamente para él, se sentía un triunfador en la vida pero…Por desgracia, la vida no solo daba, sino también quitaba y el joven se daría cuenta de eso de la peor manera posible.

||Aviso: Desde este punto la historia toca temas sensibles, si no te sientes cómodo con ellos por favor, sáltese esta parte.||

[El accidente]

En su decimo-sexto cumpleaños por fin llegaría a la competición más grande de carreras de Rhyhorns de su región, una vez ganase aquello habría completado su sueño a una edad temprana y por fin podría entrar a las competiciones de adultos. Aquella noticia era algo que simplemente necesitaba celebrarse no todos podían llegar hasta donde él llego y mucho menos hasta donde él aspiraba así que, con la emoción e inocencia de su edad quedaría con sus amigos para celebrar unos días antes de la competición.

Fue una tarde de adolescentes como cualquier otra, juegos, risas, bromas, música, y alcohol. Algo normal y corriente, nada destacable.

Iba todo con normalidad mientras los jóvenes cada vez más y más se emborrachaban hasta el punto de no comenzar a ser consientes de sus propios actos, siendo aquella la perdición del rubio.

En uno de los juegos, uno de sus amigos le retaría a montarse a uno de los Gogoats de la granja de sus padres, para demostrarle a los demás lo buen jinete que era y como no, él bien orgulloso y seguro de sus habilidades acepto.

Era sencillo, solo debía subirse a uno, correr un poco alrededor de la granja y listo. Ya estaría terminado y habría demostrado lo bueno que era pero…lo que no se esperaba el joven es que, nada más subirse al lomo del pokémon e intentar manejarle su percepción del mundo que le rodeaba se vería afectada por el alcohol. Poco después de haber comenzado a montar era incapaz de controlar al animal, solo podía intentar agarrarse en un intento en vano de no caerse al suelo, en un intento de controlar la situación. Para su pesar aquello no serviría para cuando se daría cuenta mejor de lo que sucedía su cuerpo ya había sido lanzado hacia una de las vallas de la zona y lo siguiente que vería antes de perder el conocimiento sería a sus amigos corriendo hacia él mientras le llamaban preocupados. Algo había ocurrido, algo grave…¿Pero el qué? Sin siquiera poder decirle nada a sus amigos finalmente, lo último que vio fue negro y después, silencio.

[Después del accidente]

El joven no recuperaría la consciencia hasta la tarde del día siguiente, la cabeza y el cuerpo le dolía horrores, no entendía que había ocurrido. Se encontraba en una sala blanca, rodeado de lo que parecía, ¿Maquinas? ¿Cómo había llegado ahí? ¿Qué…Qué había pasado en el día anterior? Recordaba que había salido con sus amigos para celebrar, habían ido a su gran para hacer algo y luego, ¿Luego qué había sucedido?

Acomodándose en la camilla el joven estaba desconcertado de verdad que no entendía qué había ocurrido y mucho menos el porqué se encontraba en ese lugar, en esa sala que parecía de hospital.

En esos momentos de desconciertos en los que luchaba para entender todo lo que había olvidado de la noche anterior escuchó una voz familiar, una voz llena de alivió que reprimían las lágrimas, era su madre que entraba a la habitación con su padre. En esos momentos podría haber sentido alivio al ver a alguien que podría explicarle todo pero, nada más ver sus miradas, esas miradas llenas de dolor y decepción el chico fue incapaz de decir palabra al principio, simplemente dejando que la desolada mujer le abrazaba con fuerza, agradeciéndole a dios que estuviese vivo.

-¿Qué?...Mama, ¿Qué ha pasado?... -

Preguntó finalmente el adolescente tomando a su madre por los hombros, la mirada de esta se había vuelto amarga, volviéndola hacia su esposo el cual hablaría por esta, desviando la mirada de ambos.

-Eric. –Las palabras del hombre eran serias, le costaba hablar, le costaba expresarse.- Anoche fuiste con tus amigos a la granja y tuvistes un accidente, me temo que…No podras, agh. –No podía terminar de hablar, llevándose una mano a la cara negó con la cabeza saliendo de la habitación sin decir más.

-¿No podre qué? ¿Papa, de qué estas hablando? Ah, ¡Hey,hey espera no me dejes as--¡

Y fue en ese momento que el chico se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo, justo cuando iba a levantarse para ir detrás de su padre su cuerpo cayó hacia un lado teniendo que agarrarse a su madre para no caerse de la camilla. ¿Qué demonios había ocurrido en la noche anterior?. En shock simplemente se mantenía mirando a la puerta intentando volver a levantarse. Nada. Otra vez. Nada. No podía, sus piernas, sus piernas no reaccionaban, estaban clavadas en el sitio como un peso muerto que le condenaba, un castigo por sus propios pecados.

¿Por qué? ¿Por qué le estaba ocurriendo eso? ¿Por qué tenía que pasar él por eso? ¿Por qué ahora? ¿¡Simplemente por qué?!. La frustración, la ira, el desamparo, la desesperación, esos sentimientos llenaron al joven, no era capaz de aceptar su realidad, no era capaz de soportar en lo que él mismo se había metido. Lo tenía todo, tenía la vida perfecta y de la noche a la mañana, lo había perdido todo.

Sus padres intentaron ayudarle a superar aquella perdida, a no perder la esperanza, pero era inútil. El joven no escuchaba, se había encerrado en su propio mundo, un mundo en el que solo era capaz de lamentarse y así estuvo un año entero encerrado. No quería saber nada de su familia, no quería saber nada de sus amigos, de carreras, de pokemons, de nada, era incapaz de soportar como todos podían estar tan felices y él se encontraba así, siendo un peso muerto para todos. Esas miradas de pena, esas ayudas, esas palabras vacías de ánimo le daban asco, ninguno de ellos le entendían, ninguno de ellos sabía por lo que estaba pasando o eso era lo que pensaba hasta que por fin después de años volvió a escuchar a su hermano menor al terminar una acalorada discusión.

En aquella discusión se dijeron cosas dolorosas, cosas que nunca debieron ser dichas pero en partes cosas que el mayor necesitaba para reaccionar.

“¡Pues claro que no puedo entenderte idiota, no nos dejas entenderte! Pero aun si no te entendemos mi hermano mayor no es un cobarde que simplemente se queda en su cuarto lloriqueando. No. ¡Mi hermano es alguien que no se rinde, alguien capaz de levantarse después de caer! ¡Y que si no vuelves a correr, y que si no puedes volver a caminar, estás vivo, idiota, vivo! ¡Y eso es lo único que importa, mientras sigas vivo, mientras sigas aquí no está todo perdido maldita sea, no lo está!”

Y no lo estaba, efectivamente no estaba todo perdido…Tal vez no podría volver a montar nunca más, tal vez tampoco podría hacer muchas cosas por sí solo, ¿Pero qué importaba? Aún había un mundo allí fuera lleno de posibilidades. Tal vez, tal vez podría cambiar todo, tal vez tenía una segunda oportunidad.

[Imperio]

Después de aquella dura etapa el joven estuvo redimiéndose a sí mismo, intentando recuperar su antiguo yo, no fue un trabajo sencillo, seguía teniendo sus bajos en las que simplemente se odiaba a sí mismo y deseaba acabar con todo pero gracias al apoyo de su familia poco a poco iba consiguiendo redimirse. Poco a poco iba acostumbrándose a sí mismo, a ese nuevo cuerpo que poseía y el cual le dificultaba la vida, de cierta manera simplemente iba aprendiendo a vivir consigo mismo.

Así pues el tiempo iba pasando y otro año llego a su fin, un año en el que por fin parecía ir recuperándose de todo lo sucedido. Todo iba recuperándose y volviendo en parte a lo que una vez fue, y eso no era todo una nueva oportunidad a un brillante futuro llego a la vida del rubio.

Un día como cualquier otro su padre le llamó para hablar de un tema serio, al parecer en otra región pronto iba a abrir una academia donde aceptaban todo tipo de personas para que se especializaran en distintos ámbitos como entrenadores ,coordinadores o criadores. Era algo que en su región no existía y con el cual podría labrarse un futuro, por ello su padre le ofrecía el asistir a ella. En un principio no estaba seguro de que hacer, se veía interesante y en sí le interesaba, ¿Pero alguien como él podría con ellos?... Claro que podría. ¿Por qué no iba a hacerlo?

Aceptando después de una larga reconsideración sobre su situación finalmente se prepararía para ese nuevo sueño que le esperaba lejos de su hogar, hacía años que no sentía esa emoción, puede que al final si fuera eso lo que necesitaba para volver a ser como una vez fue. Pero bueno, fuera como fuese solo arceus sabe que le espera en ese lugar por mientras se mantendrá con las expectativas y emociones altas. Dispuesto y preparado para todo lo que viniese a fin de cuentas no podría ser peor de lo que una vez pudo vivir.

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||Persona||

{Personalidad}

||Calmado||Sobreprotector||Mimoso/cariñoso||Directo/honesto||Orgulloso||Inseguro

Un joven por lo general con una personalidad calmada, intenta mostrarse lo más maduro y responsable posible por miedo a meter la pata nuevamente como cuando lo hizo con 16 años, aparte también lo hace ya que le gustaría ser un ejemplo para las personas más pequeñas que él. Por lo general ese deseo de ser un ejemplo le lleva a ser una persona muy sobre protectora, preocupándose rápidamente por cualquier tontería y echando la bronca si ve algo que para sí mismo no es adecuado.

Sumado a esa calmada forma de ser es una persona que cuando coge confianza y sabe que alguien no va a sentirse incomodo puede llegar a ser muy cariñoso casi olvidándose de respetar los espacios ajenos.

En cuestión cuando esta de buenas simplemente es alguien tranquilo y cariñoso, con una paciencia aceptable, que disfruta pasando un buen tiempo con su familia y amigos, aun así no siempre puede ser así, si le agotan su paciencia o simplemente le buscan las cosquillas puede ser alguien dañinamente directo, capaz de decir cualquier cosa si sabe que hará daño al contrario, por lo general intenta controlar esto y decir cosas directas pero más suaves aunque por desgracia no siempre sea posible.

Aparte de eso es alguien muy orgulloso e inseguro, detestando cualquier muestra de afecto si es con pena llegando al punto de cogerle rencor a la persona que le muestra eso. Quiere demostrar que puede valerse por sí mismo aun con su discapacidad así que simplemente reaccionara mal a cualquier ataque hacia su orgullo e inseguridades, da igual si es por buena fé, simplemente no atenderá a razones.

{Gustos y disgustos}

Los pokémons.
La velocidad.
Dibujar.
Las competiciones.

Los chistes sobre minusválidos, hacerlos.
Los gorros,sombreros.
Su hermano pequeño.
Los juegos de azar.

Que le tengan pena.
Los chistes sobre minusválidos, recibirlos.
Las pokémonturas.
Los dulces.

||Extras||

-Él mismo decoró su silla de ruedas, además de que le pidió a algunos familiares y amigos que la decoraran para así también tener una marca de ellos a su lado.

-No le tiene fobia a los Gogoats después de lo sucedido pero sí es cierto que no se siente cómodo estando cerca de ellos.

-No siente nada de cintura para abajo, aun así es capaz de mover la cadera y por suerte para él no tienen ningún otro problema además de la insensibilidad e inmovilidad de sus piernas.

-Tiene cicatrices en la pierna por heridas que se hizo después del accidente, no le gusta hablar de ello ni explicar el porqué las tiene.

-Por lo general intenta mantener una actitud optimistamente realista.

-Detesta con toda su alma el alcohol, no quiere volver a tocarlo nunca más en su vida y evitara por cualquier medio que su hermano tenga relación con esto.

-Hace ejercicio para fortalecer sus brazos y evitar que sus piernas generen otros problemas al no poder moverse y circular bien la sangre en estas.

-Tiene dos sillas, una normal (la que se ve en la ficha) y una deportiva que por lo general es la que más suele usar ya que le ayuda a moverse con más facilidad y rápidez.

-Llama a su silla McQueen por ello que le pusieron el apodo de rayo McQueen.

-Su hermano menor es Evans Forte.

||Relaciones||

{Conocidos}

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{Amigos}

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{Enemigos}

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||Equipo Pokémon||

[Sebs || Treecko [ ]   || || ]

Nivel: 5

Naturaleza: Floja (-Defensa especial; +Defensa)

Habilidad: Espesura.

Ataques:

-Destructor lv1

-Malicioso lv 1

-Absorber lv 5

Extras: Eric libreta 3

  [Rudolf [Ruddy] || Skiddo [ ]   ||    || ]

Nivel: 5.
Habilidad: Herbívoro.
Naturaleza: Activa (-Defensa ; +velocidad).

Ataques:
- Desarrollo lv1
-Placaje lv1

[Bonnie || Buneary ( ) ||   || ]

Nivel: 6.
Habilidad: Fuga.
Naturaleza: Tímida (Neutral)

Ataques:

-Aguante lv6
-Destructor Lv1
-Rizo defensa lv1
-Profesia lv1

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