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Published: 2012-09-01 02:38:28 +0000 UTC; Views: 1126; Favourites: 12; Downloads: 6
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Description
00 - The Arrival of Cosmo""
Salí de la tienda llevando una pequeña mochila en mi espalda, puse mi capucha café sobre mi cabeza y me dirigí a casa. Caminaba con la cabeza gacha, mirando siempre el suelo. Una de las pocas cosas que no son de metal, todos los edificios a mi alrededor son de metal y el cielo tiene un color rojizo debido a las numerosas industrias que existen. Antiguamente no era así ante de la llegada de ellos, el cielo tenia un precioso color azul y uno podía correr libremente por verdes prados. Yo no he visto todo eso, pero mis padres me han contado muchas cosas al respecto, cosas que espero ver algún día.
-Discúlpeme- dije en voz baja después de chocar con el hombro de alguien. Ajuste un poco mi capucha ocultando mi rostro. Tengo que mantener un bajo perfil si quiero evitar que me conviertan en una maquina.
Hay que tener mucho cuidado con aquellos seres de metal, por cualquier cosa son capaces de transformarte en uno de ellos. Vinieron desde el espacio y en menos de un día conquistaron nuestro planeta por completo. Nuestro pueblo siempre fue gente pacifica, así que básicamente carecíamos de armas para defendernos de ellos. Con sus potentes armas destruyeron casi toda la superficie y millones murieron aquel día. Tuvimos que cambiar rápidamente nuestras costumbres y conocimientos con tal de sobrevivir.
Espero que aquel conocimiento nos ayude a librarnos de ellos.
Toque la puerta de un modo particular, algo que había aprendido de mis padres. Vivíamos en una pequeña casa solos los tres. Nunca tuve hermanos y nunca conocí mucha gente de mi edad, frecuentemente venían adultos a ver a mis padres y nunca traían a sus hijos. La mayoría eran Seedrians sin convertir y tocar de aquel modo la puerta aseguraba que uno de los nuestros te abriría la puerta inmediatamente.
-Hola hija-
-Hola mamá-
-¿Conseguiste las piezas?-
-Si-
-Muy bien, tu padre esta haciendo los últimos ajustes a la nave. Llévale las partes de inmediato-
Me dirigí al sótano de nuestra casa, allí mi padre había logrado ocultar una pequeña nave espacial que nos llevara a otro planeta, muy lejos de aquí. Todo fue idea mía, ya que aprendí desde muy pequeña a reparar maquinas y una de ellas fue una especie de receptor que encontré un día en la calle. La arregle por afición y descubrí una señal proveniente de un planeta lejano, lo suficientemente lejos de los Metarex. Convencí a mis padres a que consiguieran una nave espacial para huir.
-¿Papá?- Salio de la nave. -Tengo las piezas que necesitas-
-Muchas gracias, Cosmo- dijo limpiándose las manos. -Ahora mismo las pondré-
Después que mi padre terminara de poner las piezas faltantes al motor de la nave, decidimos tomar una pequeña cena, la ultima que tendríamos en este planeta. Mayoritariamente estaba compuesta de frutos secos, que nosotros cultivábamos en nuestros propios invernaderos y bebimos un agua cristalina que nosotros personalmente nos dedicamos a purificar. Debido a las numerosas industrias de nuestro planeta, el agua natural es insalubre y tenemos que usar nuestros propios purificadores para hacerla potable, por desgracia no tiene buen sabor.
Antes que pudiéramos cenar la puerta de nuestra casa voló en mil pedazos, eran los Metarex quienes destruyeron nuestra puerta. Empezaron de inmediato a disparar ¿Sabían de la nave, por eso quieren matarnos? Antes que pudieran hacernos daño, mi padre dio vuelta la mesa y corrimos hacia el sótano. Pude oír unos disparos detrás de nosotros.
-Papá ¿Qué pasa?- dije al notar que no me empujaba.
-Nada, tú sigue corriendo-
Finalmente llegamos a la nave y el entro primero, pulso varios botones de la nave y pude oír el rugido de sus motores.
-¿Dónde está mamá?-
No me contesto, siguió apretando botones.
-Voy a buscarla-
-NO- me dijo y me aparto de la salida.
-Yo iré por ella-
Al momento que él salió, la puerta se cerró automáticamente.
-¡¿Papá?!-
Golpee el vidrio con tal de llamar su atención y lo que vi aún me horroriza. Cierro los ojos y siempre es la misma imagen a cámara lenta. Allí están mis puños golpeando la puerta con fuerza, veo los rojos ojos de los Metarex fijos en mi padre y en menos de un parpadeo, le disparan. Su cuerpo se convulsiona con cada disparo, su blanca sangre salpica el vidrio y finalmente cae. Grito varias veces, pero ello no acalla sus gritos de dolor. Mis manos se detienen en el vidrio y las primeras lágrimas emergen de mis ojos. Miro a lo Metarex con un sentimiento de dolor y rabia, sé que me toca a mí. Volverán a disparar y yo moriré, pero no me importa… ya nada importa.
Pero no pudieron matarme, la nave se elevo antes que ellos dispararan, rompió el techo de nuestra casa y se alejo a una velocidad increíble de la tierra. Y pude verla, pude ver claramente kilómetros y kilómetros de áridos parajes, numerosos edificios que expedían un humo negro. Todo ello se hacía cada vez más pequeño a medida que avanzaba, la nave paso por las escasas nubes que había ese día y pude ver con claridad el horizonte, al principio era totalmente recto y al pasar los segundos se curvaba.
A pesar de lo triste que estaba no podía dejar de mirar el universo, nuestro planeta se veía tan pequeño ahora, como si fuera un disco rojo que flota en la inmensidad del universo y la cantidad de estrellas era abrumadora, nunca vi tantas en el cielo nocturno con suerte podía ver una o dos titilar durante la noche.
No sé a dónde la nave me llevaba y no me importaba, lo único que deseo ahora es poderme haber ido junto con mis padres, pero cada vez que veía la nave me daba cuenta de una cosa. Fue hecha para una sola persona.
-Nooo ¿Por qué?- dije golpeándome la cabeza con los puños. -¿Por qué lo hicieron?-
Camine por la nave y me senté en el único asiento que había. Me ardían las lágrimas de tanto llorar y quería seguir haciéndolo, pero ya estaba agotando mi llanto. Golpee fuertemente el panel y me eche encima de mis brazos a llorar.
-Cosmo, hija mía-
-¿Papá?- levante la cabeza con la esperanza de verlo.
-Lamento que oigas esto, porque significara que no pudimos viajar contigo-
Solo era su voz.
-Queremos dejarte este mensaje para que entiendas que siempre te amamos y queremos lo mejor para ti- dijo la grabación. Sonaba bastante afligido.
-Todavía recuerdo el día que me contaste sobre aquella señal que encontraste, el entusiasmó que me mostrarte aquel día me contagió. Sé que te contradecimos, pero tú mantenías la fe como no he visto a ningún Seedrian en estos días-
-Yo también lo recuerdo, papá- Aquel día insistí que era una señal de auxilio y ellos que podía ser una trampa, supongo que pronto lo descubriré.
-Espero que esa fe te lleve a hacer grandes cosas allá donde vayas, que seas feliz y por lo que más quieras. ¡No intentes regresar!- aquello ultimo lo gritó. -¡Nunca regreses aquí!-
-Nuestro planeta ya está condenado, así que déjalo. Se fuerte y cuídate mucho hija mía-
-Cosmo-
-¿Mamá?-
-Yo… no puedo…-
-Dile algo por favor-
-Nosotros te queremos hija mía, siempre supe que irías sola a dónde vas- dijo ella. –No me preguntes como, pero siempre lo supe-
-¿Recuerdas todas las historias que te contaba de niña sobre nuestro hermoso planeta verde?- luego su voz se apago un poco, pero rápidamente continuo. -Ojala encuentres un planeta así y donde puedas ser feliz sin nosotros, creo que ya eres lo bastante mayor para que te cuides sola-
-Te amo-
Esas fueron sus últimas palabras antes que se pusiera a llorar. Pasaron unos segundos antes que su voz se cortara. Trate de reproducir la grabación otra vez, pero apenas conocía la nave y no supe como hacerlo.
Finalmente me canse de intentarlo. Deje que la nave me llevara a donde mis padres habían decidido que serie mi nuevo hogar.
No fue difícil encontrar un dormitorio en la pequeña nave y apenas puse mi cabeza sobre la cama me dormí profundamente.
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Comments: 3
LinkMasterXP In reply to FutureTechnology [2016-08-01 04:37:41 +0000 UTC]
No te preocupes, ni yo mismo lo entiendo.
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