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SE DEMORA EN CARGAR 8,D....!!!!

Si no sabe qué rayos pasa vea este primero:
:thumb327342748:

Luego, sírvase de ver la secuencia de arriba y luego leer lo que sigue a continuación.

-------

“Debe haber una razón por la que yo esté aquí”

Eso es algo que me repetía todo el tiempo cuando era pequeña...

Mas tarde, en medio del dolor de haber perdido tanto, se me dió la oportunidad de tener un propósito...

Un motivo... una misión.

Desde entonces creí que ese era mi significado. Y me aferré a el.

.......

─ ¿Traición...? Él sólo intentaba protegerte de todo esto, “Señorita” Asleif...─ Luego se dirije hacia la Caballero, deteniéndose a un par de metros de ella ─ El plan seguirá en curso. Como se había predispuesto desde tu ascensión a la cabeza de los Eginbehar, William será quien te despose. Deberías estar agradecida de que al menos seguimos pensando en tu línea sucesoria.─ El cardenal comenzó a dirigirse a la puerta ─ Exorcista William, encárgate de ella─

El Exorcista dudó un tanto. Pero luego se acercó a ella. Él lo sabía. Lo único que podía hacer para mantener su palabra era alejarla de todo esto que sucedía. Asleif estaba gacha, ocultando su rostro con su cabello... ¿Estaría llorando...?

─ Por favor, acompáñeme... ─ Le pide, con una voz suave. Sólo esperaba que ella comprendiera. Pero sus ojos se desvían a los metales que aprisionaban sus manos, éstos... despedían un brillo que él conocía...

─ ¡¡No lo haga!! ─ Exclamó, pero al instante siguiente unas llamas reventaron las esposas incandescentes en luces que rápidamente se tornaron de su tono celestino normal a rojo. El exorcista apenas logró retroceder ante el resplandor y El Cardenal dejó salir un chillido de sorpresa.
─ ¡¡Esto es imposible!! ¿ En qué momento logró completar el sello?─ se volvió a sus ayudantes, gruñendo ─ ¡¡No recibí informe de esto!! ─

La silla metálica había caído al piso. Sus posamanos estaba derretidos, y metros más allá, al fondo del recinto, Asleif estaba parada, con la respiración entrecortada. Sus brazos, temblorosos, estaban desnudos ya que la tela de sus ropas se había carbonizado.
Unas llamas de intenso carmesí afloraban de sus manos, y en su piel brillaban, del mismo color, unas extrañas marcas.

─ No me olvidaré de esto, Hjalti.... ─ Asleif le lanzó además una mirada flamígera al Joven exorcista, pero no agregó nada más. Se dió la vuelta y en un resplandor alquimizó dos enormes espadas en cada mano, haciendo pedazos el ventanal de mosaicos de la oficina del Cardenal y luego saliendo por ella.

Los otros dos exorcistas que acompañaban al Cardenal se dirigieron a la ventana para iniciar la persecución.
─ ¡¡Déjenla ir!! ─ Hjalti les detuvo ─ No queremos hacer un escándalo en un momento como este... A todo aquel que pregunte, esto fué resultado de la destrucción de una pesadilla... Hmph! Chiquilla insolente... dando esta clase de sorpresas...─ Se sacudió las ropas y acomodó su sombrero mientras miraba con disgusto su ventanal destruido. Luego se acercó a William, que estaba cabizbajo y con las manos empuñadas─ William, no debes preocuparte. Ella volverá. Nos necesita ─ dejó salir una risa áspera ─ Tarde o temprano esa mano fallará... y vendrá a nosotros, arrepentida y humillada ─

William salió de la habitación a paso apurado. Pronto llegarían guardias y otros de sus compañeros ante el desastre que era la oficina del Cardenal Hjalti.

...

Asleif desactivó las espadas en cuanto estuvo fuera. No quería que su luz atrayera la atención de los vigías. Ella bien sabía que los recintos del Cardenal Hjalti estaban cercanos al bosque, por lo que se introdujo en él, inmediatamente. Su andar era lento y pesado. Si llegaban a seguirla la atraparían con facilidad...

No supo cuánto tiempo estuvo vagando por el bosque... en un momento creyó perderse... No había luz que le guiara. El cielo de atardercer escondía las estrellas... ¿ Cómo es que ese demonio albino las usaba para guiarse..?

...

Gracias a Lumina pudo lograrlo... Luego de deambular por las calles, y gracias a los rumores que escuchó de la gente pudo saber del paradero de sus compañeros... Lo único que quería era reunirse con ellos y olvidarse de lo que había hecho. Ya lo había decidido. Aunque esta ruptura significara el fin de su Línea sucesoria. No importa. Ella ya había hecho considerables avances en su investigación. El Nidst... Probablemente lo lograría.

Finalmente llegó al castillo de la difunta esposa del Rey. Se escabulló por los pasillos. No sabía cuánto tiempo había pasado... Esperaba que no hubieran notado su ausencia.
Caminando llegó hasta un balcón y se detuvo ahí a tomar aire. Sus brazos estaban desnudos... con qué podría cubrir su mano?

En eso escucha unos pasos aproximarse. Demasiado cerca como para eludir el encuentro. De entre las sombras aparece una figura familiar...

─ Señora Leona... ¿Cómo se encuentra...?─

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skfbasdk Crappy dibujos..... efectos chantas de cosas asjgfasjdfsa

Quisiera aclarar que esta historia no tiene nada que ver con el curso de hechos de nuestro grupo. Es sólo una sucesión de eventos que ocurre paralelo a todo, sin tener esto importancia alguna para Lumina.

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SE DEMORA EN CARGAR 8,D....!!!!

Si no sabe qué rayos pasa vea este primero:
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Luego, sírvase de ver la secuencia de arriba y luego leer lo que sigue a continuación.

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“Debe haber una razón por la que yo esté aquí”

Eso es algo que me repetía todo el tiempo cuando era pequeña...

Mas tarde, en medio del dolor de haber perdido tanto, se me dió la oportunidad de tener un propósito...

Un motivo... una misión.

Desde entonces creí que ese era mi significado. Y me aferré a el.

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─ ¿Traición...? Él sólo intentaba protegerte de todo esto, “Señorita” Asleif...─ Luego se dirije hacia la Caballero, deteniéndose a un par de metros de ella ─ El plan seguirá en curso. Como se había predispuesto desde tu ascensión a la cabeza de los Eginbehar, William será quien te despose. Deberías estar agradecida de que al menos seguimos pensando en tu línea sucesoria.─ El cardenal comenzó a dirigirse a la puerta ─ Exorcista William, encárgate de ella─

El Exorcista dudó un tanto. Pero luego se acercó a ella. Él lo sabía. Lo único que podía hacer para mantener su palabra era alejarla de todo esto que sucedía. Asleif estaba gacha, ocultando su rostro con su cabello... ¿Estaría llorando...?

─ Por favor, acompáñeme... ─ Le pide, con una voz suave. Sólo esperaba que ella comprendiera. Pero sus ojos se desvían a los metales que aprisionaban sus manos, éstos... despedían un brillo que él conocía...

─ ¡¡No lo haga!! ─ Exclamó, pero al instante siguiente unas llamas reventaron las esposas incandescentes en luces que rápidamente se tornaron de su tono celestino normal a rojo. El exorcista apenas logró retroceder ante el resplandor y El Cardenal dejó salir un chillido de sorpresa.
─ ¡¡Esto es imposible!! ¿ En qué momento logró completar el sello?─ se volvió a sus ayudantes, gruñendo ─ ¡¡No recibí informe de esto!! ─

La silla metálica había caído al piso. Sus posamanos estaba derretidos, y metros más allá, al fondo del recinto, Asleif estaba parada, con la respiración entrecortada. Sus brazos, temblorosos, estaban desnudos ya que la tela de sus ropas se había carbonizado.
Unas llamas de intenso carmesí afloraban de sus manos, y en su piel brillaban, del mismo color, unas extrañas marcas.

─ No me olvidaré de esto, Hjalti.... ─ Asleif le lanzó además una mirada flamígera al Joven exorcista, pero no agregó nada más. Se dió la vuelta y en un resplandor alquimizó dos enormes espadas en cada mano, haciendo pedazos el ventanal de mosaicos de la oficina del Cardenal y luego saliendo por ella.

Los otros dos exorcistas que acompañaban al Cardenal se dirigieron a la ventana para iniciar la persecución.
─ ¡¡Déjenla ir!! ─ Hjalti les detuvo ─ No queremos hacer un escándalo en un momento como este... A todo aquel que pregunte, esto fué resultado de la destrucción de una pesadilla... Hmph! Chiquilla insolente... dando esta clase de sorpresas...─ Se sacudió las ropas y acomodó su sombrero mientras miraba con disgusto su ventanal destruido. Luego se acercó a William, que estaba cabizbajo y con las manos empuñadas─ William, no debes preocuparte. Ella volverá. Nos necesita ─ dejó salir una risa áspera ─ Tarde o temprano esa mano fallará... y vendrá a nosotros, arrepentida y humillada ─

William salió de la habitación a paso apurado. Pronto llegarían guardias y otros de sus compañeros ante el desastre que era la oficina del Cardenal Hjalti.

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Asleif desactivó las espadas en cuanto estuvo fuera. No quería que su luz atrayera la atención de los vigías. Ella bien sabía que los recintos del Cardenal Hjalti estaban cercanos al bosque, por lo que se introdujo en él, inmediatamente. Su andar era lento y pesado. Si llegaban a seguirla la atraparían con facilidad...

No supo cuánto tiempo estuvo vagando por el bosque... en un momento creyó perderse... No había luz que le guiara. El cielo de atardercer escondía las estrellas... ¿ Cómo es que ese demonio albino las usaba para guiarse..?

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Gracias a Lumina pudo lograrlo... Luego de deambular por las calles, y gracias a los rumores que escuchó de la gente pudo saber del paradero de sus compañeros... Lo único que quería era reunirse con ellos y olvidarse de lo que había hecho. Ya lo había decidido. Aunque esta ruptura significara el fin de su Línea sucesoria. No importa. Ella ya había hecho considerables avances en su investigación. El Nidst... Probablemente lo lograría.

Finalmente llegó al castillo de la difunta esposa del Rey. Se escabulló por los pasillos. No sabía cuánto tiempo había pasado... Esperaba que no hubieran notado su ausencia.
Caminando llegó hasta un balcón y se detuvo ahí a tomar aire. Sus brazos estaban desnudos... con qué podría cubrir su mano?

En eso escucha unos pasos aproximarse. Demasiado cerca como para eludir el encuentro. De entre las sombras aparece una figura familiar...

─ Señora Leona... ¿Cómo se encuentra...?─

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Quisiera aclarar que esta historia no tiene nada que ver con el curso de hechos de nuestro grupo. Es sólo una sucesión de eventos que ocurre paralelo a todo, sin tener esto importancia alguna para Lumina.

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